Este domingo tocó visita a Biarritz. Por la mañana las condiciones eran idóneas para surfear. Sin viento y con un sol esplendoroso, un par de decenas de surfers pillaban olas de entre medio metro y un metro que se deslizaban perfectas hasta la orilla en La Grand Plage. Sin embargo no fue el surf lo que me llevó a esta joya de Laburdi sino la danza. Los txabales actuaban con la Asociación de ballet Olaeta de Bilbao junto con el ballet Oldarra de Biarritz en el casino municipal.
La jornada fue estupenda, el tiempo inmejorable y los dantzaris disfrutaron de lo lindo. Lo mismo que el público. Yo me divertí viendo lo bien que se lo pasaban bailando y también me emocioné con la representación de Amaya.
No pillé olas, así que tengo la escusa perfecta para volver a Biarritz, cuna del surf no solo en Euskal Herria sino en Europa entera.
Por cierto, quiero desear una pronta recuperación a uno de los principales bailarines de Olaeta, que no pudo bailar por estar lesionado, y que también es surfer con lo que tendrá un mono importante de coger olas. Ánimo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario